El objetivo de la producción porcina moderna es optimizar el rendimiento animal y las ganancias económicas, buscando un modo de producción más sostenible. Dado que el aporte de energía es el mayor costo de producción, tiene sentido aprovechar al máximo los alimentos, minimizando así el desperdicio. Durante muchos años, las enzimas han sido un recurso importante para lograr estos objetivos.
Entre las diversas enzimas disponibles, las fitasas se añaden regularmente a la alimentación de los cerdos y se sabe que mejoran la digestibilidad del fósforo, lo que permite limitar el uso de aditivos inorgánicos. Sin embargo, los beneficios de la carbohidrolasa no son tan conocidos, pero la adición de múltiples carbohidrolasa a la alimentación porcina aumenta la digestibilidad de las proteínas y la materia seca. Un complejo multienzimático mejora la digestibilidad general del alimento para cerdos con una dieta a base de cereales y soja y, por lo tanto, aumenta la liberación de energía y aminoácidos.
Para comprender completamente el efecto general de las enzimas sobre la digestibilidad del alimento para cerdos, es esencial comprender qué constituyen las reservas de nutrientes no utilizados y comprender la acción de los complejos enzimáticos.
Se sabe que los cerdos y las aves de corral son bastante similares desde el punto de vista digestivo, pero la variabilidad de las materias primas que utilizan en sus dietas, así como sus tiempos de crecimiento más prolongados, conllevan algunas diferencias. El objetivo de estos 4 artículos es centrarse en la alimentación y las pruebas realizadas con cerdos para comprender plenamente el efecto Feedase en esta especie y los beneficios asociados al uso de complejos multienzimáticos.